Hemos planteado un primer proyecto piloto de unos pocos meses para empezar a obtener resultados. Siempre se menciona que las mejoras Lean son de bajo coste. En el caso de procesos semi-automáticos ante un ejercicio PDCA, estas medidas organizativas irán encaminadas, básicamente, a la estandarización de operaciones frecuenciales durante la producción, la reducción de tiempos de preparación y una reorganización del puesto de trabajo para esos fines.
A medida que se incrementa el grado de automatización y con un objetivo de incremento de la eficiencia, algunas de las soluciones deberán tener un cierto componente técnico, por ejemplo:
- Resolución de problemas crónicos de las máquinas
- Análisis causas raíz de averías y posibles soluciones preventivas
- Sistemas de control visual o mecanismos a prueba de errores para reducir microparos o el tiempo de reacción a éstos
- Análisis de los movimientos mecánicos y mejora de la sincronización entre automatismos
- Mejoras en los medios de producción: utillajes, herramientas, etc.
De este modo, el foco de un proyecto Lean no son tanto las mejoras estrictamente organizativas sino aquellas que tengan un retorno de la inversión aceptable y, puestos a pedir, cuya implantación se pueda producir dentro del calendario fijado.
Con una organización en marcha y múltiples otros frentes abiertos, será necesario convencer a los responsables de la necesidad de una gestión de estas pequeñas inversiones cuanto antes, teniendo en cuenta plazos de proveedores, el tiempo de instalación, de formación a los operarios, etc. porque el tiempo apremia.
También hay que tener en cuenta que, para que un planteamiento “organizativo” tenga éxito, es casi imprescindible vestirlo con estas pequeñas mejoras técnicas. El impacto visual del antes y el después es fundamental y, si se limita a un mero movimiento de las máquinas y herramientas viejas que tenemos sin ningún tipo de inversión, el efecto psicológico del cambio será mucho menor.
El objetivo debería ser que, en el plazo del proyecto, se hubieran podido implantar alrededor de la mitad de las propuestas acordadas. Luego, el proyecto se termina, pero la mejora continua sigue. De hecho, posibles departamentos de mejora o ingeniería de procesos dentro de las empresas, deberían encargarse de completar y ampliar el plan de acciones.
Además, lo habitual es que la iniciativa piloto no sea una experiencia aislada ya que este primer ejercicio nos va a pedir siguientes actuaciones tanto en esa área como en las demás. Resulta habitual ir concatenando varios proyectos cortos que van surgiendo casi por generación espontánea, pues nos vamos a dar cuenta de que para llevar a cabo algunas de las mejoras diseñadas, necesitamos atacar otras secciones y, así, sucesivamente. Así pues, una primera experiencia Lean pueden ser unos pocos meses pero el “proyecto global Lean” es permanente.