Dado que el Pull propone trabajar a partir del proceso siguiente, el último es el que manda y, a lo largo de la cadena logística, éste no es otro que la compra por parte del cliente.
Esto implica que, estrictamente, sólo habría que empezar a fabricar con pedidos en firme. Sin embargo, el proceso de compra no suele funcionar de este modo ya que, en la transacción, el consumidor no espera un cierto tiempo a que se le suministre sino que se lleva consigo el producto, por lo que se requieren de unos mínimos stocks en los puntos de venta.
Así, especialmente en productos de gran consumo, hay que trabajar contra stock y con una proyección de ventas. Si la compra por parte del cliente es lo que origina todo el sistema logístico-productivo, acertar en la previsión de la demanda es clave para mantener el principio Pull.
Se trata de un tema fundamental ya que a partir de las ventas se dimensiona el proceso productivo. No es sólo una cuestión de reducción de stocks sino que errores en la previsión se pueden traducir en sobre o infrautilización de los recursos. La demanda así, determina:
- El tiempo de ciclo o cadencia de producción
- La capacidad instalada de las máquinas
- Las necesidades de materiales
- El dimensionamiento de la MOD y de toda la organización
El problema es que la planificación de la demanda puede no ser fácil en un entorno competitivo, con gran diversidad de productos específicos y con ciclos de vida cortos.
La bibliografía habla de métodos cuantitativos (medias móviles o regresión lineal) y cualitativos (encuestas o juicios de valor basados en la experiencia). Se trata, en cualquier caso de estimaciones. El caso se agrava para productos nuevos cuya demanda, en el mejor de los casos, se podrá tratar de asimilar a un producto semejante.
Existen softwares especializados que elaboran avanzados modelos estadísticos a partir de datos históricos, con algoritmos personalizados por producto o familia, capaces de hacer simulaciones e incorporar inputs de marketing, comercial, incluso del punto de venta.
Pese a todo, en función de las características del producto y de la cadena logística, puede incluso que estas herramientas informáticas no den el resultado esperado y que la empresa esté condenada a manejar previsiones imprecisas.
Bajo la premisa de que la planificación casi nunca se cumple, el Lean vuelve a intervenir de nuevo ya que o nos cubrimos de stocks o tratamos de evolucionar a una fabricación eficiente y flexible.
Sobre el autor