La forma habitual de incrementar la productividad del trabajador es vía procedimiento, incrementando su saturación, es decir, incorporando en sus tareas un mayor porcentaje de valor añadido.
Maximizar el valor suena muy bien pero, a título personal, por mucho que nos guste nuestro trabajo, siempre se agradecen unos instantes de no valor añadido de vez en cuando. Que le pregunten a un operario que trabaja a ritmo de la máquina si le parece bien disponer de algunos segundos libres (o de espera, según como se mire) para disponer de un mayor margen, o poder realizar algún desplazamiento improductivo por la línea aunque sólo sea para despejarse un poco.
Eliminar esperas del operario se traduce directamente en un incremento de su esfuerzo a lo largo de la jornada, lo cual, por el mismo precio… Sin embargo, estos instantes de no valor van a ser los primeros que cualquier ingeniero de procesos va a querer eliminar en favor de la excelencia Lean. Hay que respetar unos coeficientes de descanso, pero fuera de estas concesiones, el técnico que diseña el proceso va a procurar que el operario trabaje el máximo de su tiempo disponible.
Si suponemos que la demanda de la empresa es constante, mediante el incremento de la saturación del conjunto de operarios, se podrá prescindir de algunos de ellos, dando a la plantilla otro motivo de descontento: ¿cómo se le va a pedir motivación a un operario que fruto de su mayor esfuerzo puede hacer perder el puesto de trabajo a sus compañeros? Recordemos que, según Maslow, esto no es posible.
Seamos optimistas y planteemos ahora un escenario de crecimiento para la empresa. Los puestos de trabajo se mantienen y los trabajadores acaban absorbiendo más operaciones, por lo general, “del mismo tipo”, lo que se conoce como integración horizontal, permitiendo incluso rotar a los operarios para una mayor polivalencia. Veamos si esto les resulta atractivo:
- Si el trabajo está vacío de contenido, realizarlo más veces es simplemente multiplicar cero por un factor
- En cuanto a la integración horizontal estaríamos sumando cero a cero
- Y en cuanto al cambio de actividad entre dos trabajos sin contenido, lo que estamos haciendo es sustituir un cero por otro
Para ser generosos, hemos considerado que el trabajo equivale a cero pero en según qué tipo de operaciones pesadas, sería más realista hablar de un número negativo, con lo que al realizarlo más veces o añadirle otros trabajos, el resultado es un número negativo mayor.
De ser operario, no me las prometería nada felices cuando empezara a ver consultores Lean por mi zona. El problema es la forma como se ha venido aplicando el Lean, sólo a través de la imposición de estrictos estándares de producción que, en realidad, recordemos, es una medida tayloriana.
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