Para contestar a esta pregunta consultemos, en primer lugar, un diccionario inglés-español. En su acepción como adjetivo, Lean significa “magro” y más concretamente “sin exceso” o “con poca proporción de grasa”.
Esta palabra fue la escogida por los observadores americanos para describir lo que estaban viendo en las fábricas de Toyota, que funcionaban con un método propio: el TPS (Toyota Production System) basado en el JIT (Just In Time): producir lo que se necesita, cuando se necesita y en las cantidades que se necesita.
El Lean es entonces la producción con poca grasa, entendida ésta como algo sobrante en referencia directa a un elemento físico: el stock y, especialmente, al stock en curso o WIP (Work In Process).
De este modo, por definición, el stock es el principal enemigo del Lean. Se considera que la generación de inventario es el resultado de un sistema productivo ineficiente y la respuesta que tiene la organización cuando no sabe o no quiere resolver los problemas de base.
Vamos a poner algunos ejemplos. Supongamos que en mi fábrica se da lo siguiente: 1) errores de planificación, 2) máquinas con muchas averías, 3) tiempos de preparación elevados, o, 4) procesos no integrados. Vamos a ver qué papel juega el stock en cada uno de estos casos:
- Si me equivoco planificando, no dispongo de una buena previsión de la demanda o tengo muchas urgencias, tener stock de todo el surtido me permite servir sin roturas
- Lo mismo sucede con las averías. El stock permite seguir sirviendo sin necesidad de que la máquina esté operativa
- Si los tiempos de preparación son muy elevados, no podremos cambiar de referencia muy a menudo para no pasar más tiempo cambiando que produciendo. Por este motivo, no se fabrica el tamaño de lote del cliente sino un lote mucho mayor, generando stock
- Si los procesos no están integrados, es decir, conectados físicamente, irremediablemente vamos a generar stock entre ellos
Lo que propone el Lean es ir a la causa raíz del problema y no trabajar con stock como parche o como resultado, es decir, resolver todas las ineficiencias de base que hemos visto.
Esto se dice muy rápido pero puede que las medidas a aplicar no sean económica o técnicamente realizables. El Lean nos marca unas directrices pero no hay que volverse loco y aplicarlas a rajatabla sino valorar las soluciones y contrastar su viabilidad en la práctica.
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