Hasta ahora, estamos considerando equipos flexibles, de velocidad modulable. Sin embargo, puede ser que ésta sea fija o se mueva en un rango limitado. En el caso de máquinas individuales como inyectoras o prensas nos encontraremos con un tiempo de ciclo técnico que nada tiene que ver con el takt-time.
Es un caso típico de la configuración job-shop, con secciones formadas por un parque de máquinas de similares características donde cada una de ellas trabaja las horas correspondientes a la demanda.
En este escenario, normalmente, existe una determinada sobrecapacidad y polivalencia de los operarios que van cambiando de máquina según necesidades, lo que supone una planificación y gestión de materiales más compleja, y donde la búsqueda del óptimo local puede perjudicar la perspectiva del conjunto perdiendo productividad global.
Si no trabajamos a takt-time, como en este caso, hay que llevar a cabo un análisis de capacidad. Para cada referencia, la cantidad de piezas a fabricar multiplicado por el tiempo de ciclo me da una cantidad de horas que vamos asignando a cada máquina, según el tiempo disponible. La asignación depende de la compatibilidad y conveniencia “referencia-máquina” atendiendo al mínimo coste (tiempo de ciclo menor, mayor eficiencia, mayor aprovechamiento de las prestaciones de la máquina, etc.).
De este modo, vamos cargando cada máquina hasta el 100% de su capacidad, incluyendo las distintas causas de pérdida de eficiencia. Según la demanda y el reparto de referencias a máquinas, se necesitarán más o menos turnos.
Hay polémica respecto al tercer turno ya que, por un lado, los costes de MOD y algunos indirectos son más elevados, hay menos control y soporte por parte de la estructura y, en un contexto de modelo X de McGregor, la productividad sería más baja. Por el contrario, en una organización tipo Y, precisamente por este menor ajetreo, la productividad incluso podría ser más alta.
Si estamos ya a 3 turnos y alguna máquina nos queda sobrecargada, habrá que pensar en las siguientes soluciones:
- Intercambiar referencias entre máquinas, aún a costa de la productividad
- Plantear horas extra o subcontratar alguna de las referencias
- Reducir tiempos de paro programado tales como arranques, cambios de turno, bocadillos, etc. con comodines
- Plantear un proyecto técnico para conseguir reducir los tiempos de ciclo de esas referencias en esas máquinas
- Plantear un proyecto de reingeniería para incrementar la eficiencia de la máquina (reduciendo averías, microparos, tiempos de cambio, problemas de calidad, etc.)
Sobre el autor