Vamos a distinguir dos casos: una máquina individual que trabaja a un tiempo de ciclo medido en segundos/pieza y una línea automática de producción masiva que puede ir a cientos de unidades/minuto.
En el caso de una línea muchas veces no es ni siquiera necesario observar ya que hoy en día es casi seguro que los PLC de las máquinas nos den el dato en tiempo real o, cuanto menos, el número de piezas procesadas. Si sólo disponemos del contador o hay que realizar un conteo físico, para obtener la velocidad, hay que cronometrar, pongamos 10 minutos, asegurarse que no ha habido ninguna incidencia en este tiempo (ya que nos interesa la velocidad “a la que se programa la máquina”) y dividir unidades por tiempo. Tenemos que apuntarnos la referencia de fabricación pero también el número de operarios puesto que la velocidad puede estar en función de ello.
En una máquina que trabaja a un ciclo corto, si los PLC no nos dan el dato, tenemos que medir el tiempo por golpe. Para ello, lo mejor es invertir primero unos minutos en familiarizarnos con el funcionamiento de la máquina y en qué momento es preferible arrancar el crono y reanudar los ciclos. También es recomendable realizar varias tomas, unas diez, y sacar una media comprobando que los valores que se van obteniendo son similares.
Normalmente, salvo paros de máquina, los tiempos de ciclo de máquina deberían ser bastante estables, salvo en algunos casos como los siguientes:
- Tiempo de ciclo de una pieza NOK. Hay que tratarlo como una incidencia y descartar esta toma
- Arranques de máquina. Se considera una pérdida de rendimiento. Es decir, debemos hacer el cronometraje con la máquina a velocidad de régimen
- Tiempos de ciclo variables, por ejemplo, una máquina que realiza un determinado ensayo. En este caso, conviene tomar una muestra mayor para obtener un promedio representativo
- Máquinas que realizan un frecuencial cada varios ciclos. Se trata de una operación que hay que identificar y prorratear en las demás mediciones
- Máquinas semi-automáticas con la intervención de un operario para completar el ciclo. En este caso, si detectamos una elevada variabilidad o si la máquina debe esperar al operario ya tenemos una potencial mejora a estudiar con mayor detalle
Los tiempos máquina obtenidos en planta hay que compararlos con los estándares de fabricación para cada referencia:
- Si el valor observado es inferior al estándar hay que investigar qué sucede. Puede ser que la máquina presente problemas de rendimiento o que no haya ningún motivo técnico para la baja velocidad, lo que supone otro quick win
- Si el valor es superior al estándar, hay que analizar si esto es conveniente, y en caso afirmativo, incrementar el valor del estándar hasta donde pueda llegar la máquina con una eficiencia aceptable
Una empresa preocupada por su productividad debería controlar a diario los tiempos de ciclo, con la vocación de cumplimiento y mejora de sus estándares. Esto tiene su impacto también en nuestra fase de análisis ya que, en esta dinámica, la validez de las observaciones de cara a diseñar puede tener una vigencia relativamente corta.
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