Las conclusiones del estudio de Mayo y sus colaboradores se complementan con una teoría psicológica que aparece en 1943: la jerarquía de necesidades humanas o pirámide de Abraham Maslow (1908-1970) que supone una ordenación muy sencilla de las necesidades humanas que las personas van a procurar alcanzar de forma progresiva.
En esta escala, de cinco niveles, la motivación consistirá siempre en tratar de satisfacer una determinada necesidad para luego aspirar a la del nivel inmediatamente superior. Las necesidades humanas graduales en el ámbito laboral son las siguientes:
- Fisiológicas o básicas, incluyendo las económicas
- Seguridad, protección y estabilidad
- Pertenencia al grupo e interacción con los compañeros
- Estimación y prestigio dentro del grupo
- Autorrealización: éxito en el cumplimiento de los objetivos personales
De este modo, en relación con posibles incentivos, los trabajadores:
- Se preocuparan sólo por el factor económico hasta que lo tengan cubierto. A partir de ahí, buscarán otras motivaciones
- No se interesarán por las necesidades superiores si se encuentran en una situación precaria
Esta clasificación de las motivaciones humanas permite entender porque muchas empresas tienen problemas para lograr un mayor compromiso de sus empleados. Si se contrata a personas con pocas aspiraciones para trabajos muy básicos y con un salario bajo, si además la empresa no fomenta la formación o la promoción, será complicado obtener un paso adelante de los trabajadores ya que les queda todavía un buen recorrido antes de llegar a sentir nada parecido a un sentido del deber hacia la organización.
Vemos también la problemática de los trabajadores temporales, que quedarían anclados en el segundo escalón. Según Maslow, además de un salario suficiente, otro requisito para la motivación sería un contrato indefinido.
La pirámide obviamente es una simplificación. De hecho, autores posteriores ya matizan que las necesidades no son estáticas ni progresivas, es decir, se pueden dar varias al mismo tiempo, el cumplimiento de alguna de ellas nos puede llevar a expectativas crecientes en sí misma, su incumplimiento nos puede llevar a expectativas crecientes del nivel inferior, etc.
También será importante proporcionar al trabajador un trato equitativo en relación a sus compañeros ya que los operarios establecen comparaciones entre sus esfuerzos y recompensas con las que obtienen los demás. Esto significa que tengan la sensación de percibir retribuciones justas.
Finalmente, considerar que un escenario de crisis económica supone la debilitación de los cimientos de la pirámide de Maslow. Hay que tener en cuenta que la pérdida de poder adquisitivo o la fragilidad del empleo juegan en contra de la motivación y, en última instancia, de la productividad.
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